LAZOS OCASIONALES


Siempre llamaron mi atención los “lazos ocasionales” que uno entabla con ciertas personas en determinadas circunstancias. Por ejemplo: en la cola de un banco, en la cancha, en un viaje, en vacaciones, cuidando a un internado, en un concierto, etc., etc., es casi seguro que uno intente un acercamiento con esa o esas personas que tenemos al lado. Creo que es por una cuestión de solidaridad mutua, de pensar “estamos pasando por lo mismo en este mismo instante”, sean feos o lindos esos sucesos. A veces es sólo un rato, a veces muchas horas, incluso días. Uno comienza a conocer detalles de esas gentes: nombres, gustos, familia, trabajos, incluso llega a compartir insomnios, comidas, cigarrillos, cafés y alguna que otra confesión.

Lo que más me intriga es que, generalmente, terminado el hecho que nos unió a esas personas, no volvemos a saber absolutamente nada de ellas…

2 comentarios:

lobo rojo solitario dijo...

interesante reflexión claro q no siempre es así y a veces si es así. q loco no??????????
lobezno ocasional (no siempre a veces sí, q loco no????)

raul alberto banini dijo...

Es cierto y anotas la direccion y el telefono que nunca llamas y si al tiempo lo vez te haces el dolobu por miedo a tener que contarle de donde lo conoces. Que loco lo suyo tatinn!