UN MUNDO SIN HÉROES





De fondo suena un viejo tema de Kiss. Gene Simmons canta suavemente “A world without heroes, Is like a world without sun...” Un mundo sin héroes es como un mundo sin sol... Y cae una lágrima rodando por su mejilla. Extraña imagen de un tipo al que uno está acostumbrado a ver escupir sangre y, según decían las señoras mientras secaban sus manos en sus delantales, pisaba pollitos. Es una imagen muy clara, concisa, fuerte, real, conmovedora. Estamos viviendo en un mundo sin héroes. Ya no hay más sanmartines que crucen cordilleras, no hay más ghandis que derroquen imperios sin armas, ni lutherkings peleando por los derechos de los negros, ni cheguevaras defendiendo ideales en selvas ajenas, ni johnyyokos enfrentando al mundo desde una cama. Nadie con quien identificarse, nadie que toque dulces melodías de Hamelin para incluso tirarnos por un acantilado sólo porque ellos lo dicen…

Me produce la misma tristeza que al viejo vampiro de Kiss. No por mi. Tuve la suerte, la gracia divina, de vivir en una época plagada de héroes. Me da tristeza por la generación actual, que toma como ícono una nena a la que llaman “Cumbio”, buscando brazos que los contengan aunque más no sea tras un jopo engominado. O colgando banderas tras la tela de alguna cancha, o lanzando bengalas en algún mediocre concierto… En un tiempo donde todo es inmediato, donde lo urgente siempre prima por sobre lo importante, donde el “amor” es sin compromisos y los amigos circunstanciales…

Por eso, y muchas cosas más quiero rendir honores al último gran héroe. Un “negrito” salido del barro, zurdo, ruludito, que conoció el cielo y el infierno de la misma forma, que le dio la mano a Dios y al Diablo, que gambeteó infartos y excesos de la misma forma que lo hizo con medio equipo inglés en aquella calurosa tarde mexicana. Si, ese tipo que se atrevió a putear a los italianos en su propia cara, que se enfrentó al Papa, que le negó el saludo a Havelange, que se hizo amigo de Castro… La última persona que nos dio felicidad a TODOS los argentinos: peronistas, radicales, católicos, evangelistas, hare krishnas, blancos, negros, gordos, flacos, hombres, mujeres, todos unidos tras su esférico y mágico hechizo. Todos lloramos de tristeza con él cuando “le cortaron las piernas” en el ´94. Todos lloramos de alegría gracias a él cuando levantó el dorado trofeo en el ´86. Y desde ese momento hasta ahora… nada. Nadie.

Gloria y loor. Honra sin par. DIEGO “D10S” ARMANDO… SALUD !!!

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